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El dinero público para pagar a las aseguradoras privadas que prestan la asistencia a se han incrementado finalmente en un 41%, mientras que el incremento del gasto sanitario público en apenas un 4% (diez veces menos). El presupuesto para MUFACE ha crecido un 80% hasta alcanzar los 4.808,5 millones de euros.
Esta lluvia de millones para mantener un modelo obsoleto basado en la desigualdad y abre el camino a la privatización al fortalecer aún más la presencia de las grandes compañías de seguros (en gran en manos de multinacionales) en la asistencia sanitaria pública: ASISA, ADESLAS o Nueva Mutua Sanitaria que anunciaron un acuerdo con el Ministerio de Función Pública al que ahora, otras aseguradoras, atraídos por la lluvia de millones, como Mapfre, el Grupo Axa y Sanitas. Mapfre tiene 880.000 clientes y cuenta con 21 centros médicos, acuerdos 270 hospitales privados; la multinacional sa Axxa con presencia en Europa, América, África y Asia y que tiene en España más de 3,5 millones de clientes y 6,1 millones de pólizas; Sanitas, propiedad de la British United Provident Association el segundo grupo internacional de atención médica con sede en el Reino Unido.
El presupuesto para MUFACE ha crecido un 80% hasta alcanzar los 4.808,5 millones de euros
Las grandes beneficiarias de los recortes del sistema sanitario público han sido estas compañías que han incrementado un 30% sus clientes en los últimos 10 años, hasta alcanzar los 12,4 millones de s que suponen el 25% de la población. Sus ganancias han pasado de 7.127 millones de euros a 11.098 millones (un 35,7% de crecimiento).
Las tres patas que sostienen las enormes ganancias de las aseguradoras son:
- Los fondos que reciben del Estado a través de MUFACE
- Las barrearas de al sistema público por los recortes que han disparado la contratación de pólizas de seguros complementarios
- La explotación de sus profesionales, cuyas condiciones no ha mejorado en 30 años: Adeslas paga a su personal médico 9 euros por una primera consulta o Asisa 8,69 euros.
Ahora, al calor la lluvia de millones para MUFACE, los 5.000 médicos autónomos de ejercicio libre (representados por Uniproel) pretenden participar en el festín, planteando que el Estado contrate directamente con ellos la asistencia de los mutualistas en lugar de con las aseguradoras. Plantean que al próximo convenio de MUFACE (de dentro de 3 años) puedan concurrir todos los médicos y centros privados y que los pacientes pueden recurrir libremente a la atención pública o a la concertada, cambiando si el actual modelo español para adoptar por el francés. El gasto sanitario en Francia supone 11% del PIB, un 36% superior al de España (7,2% del PIB) y de además no garantiza una atención universal como en España.
Resulta inaceptable que se apuntale con dinero público a la sanidad privada. Habría que recordarle al ministro de Función Pública que no siempre habrá un gobierno progresista y que estas medidas favorables a las aseguradoras serán utilizadas por futuros gobiernos conservadores, para legitimar la privatización del Sistema.