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Miguel Ángel Leija | @CinemaCuarenten
Cada cierta cantidad de años somos dichosos de ir a una sala de cine y encontrarnos con algo tan innovador que no se parezca a nada que hayamos visto antes. Esto es A Different Man, la nueva película de Aaron Schimberg que no deja de acumular premios y nominaciones por méritos propios en esta temporada del año.
Nos encontramos con Edward, un hombre cuya apariencia física ha sido su mayor obstáculo para conectar con el mundo. Tras someterse a una cirugía reconstructiva radical, decide reiniciar su vida. Sin embargo, su nuevo rostro le traerá desafíos y revelaciones inesperadas, mientras lidia con su identidad en una sociedad obsesionada con lo “atractivo”.
El mejor consejo que podemos ofrecer es entrar a la sala de cine sabiendo lo menos posible de la trama y es por eso que omitimos revelar cualquier detalle extra en el párrafo anterior. De verdad nos lo agradecerán.
La película es una de las apuestas más atrevidas en años, seduce y aterra a partes iguales
La película es una de las apuestas más atrevidas en años, seduce y aterra a partes iguales, haciéndola inclasificable porque transita por más de un terreno al mismo tiempo, aunque la comedia negra puede que sea la etiqueta que mejor le quede.
La trama es la mayor fortaleza de la película ya que se apoya en el impacto visual para construir un relato profundo que cuestiona la identidad, la percepción y las relaciones humanas. Cada giro está diseñado no sólo para ser sorpresivo al espectador, sino también para desestabilizar nuestras expectativas invitándonos a reflexionar sobre nuestro rol en la película.
¿Por qué nuestro rol? Porque la obra juega con nosotros: las deformidades corporales son intencionalmente chocantes al inicio, pero luego la historia se desarrolla de tal manera que nos hace cuestionarnos por qué reaccionamos de tal manera. El tema es que la película también se critica a sí misma, ¿se están simplemente aprovechando de ciertas condiciones médicas para generar dinero? ¿Nos encontramos ante una película que, en su crítica social, cae también en sus propios pecados? Al terminar la función, los temas de conversación no faltarán.
Lo que hace que la historia funcione tan bien es la atmósfera que crea, tan terrorífica y seductora a partes iguales
Sin embargo, no todo en A Different Man es perfecto. La última parte de la película se siente como una sobrecarga narrativa. La trama se estira y enreda en sí misma en los momentos finales de tal forma que cualquier “última escena” posible la haría sentirse incompleta. Eso pasa con el corte final.
Lo que hace que la historia funcione tan bien es la atmósfera que crea, tan terrorífica y seductora a partes iguales. Cada plano, en especial durante la primera mitad del metraje, nos sumerge en una Nueva York transformada en una especie de Ciudad Gótica, un laberinto oscuro donde el jazz tenebroso de la banda sonora acompaña una fotografía fuertemente influenciada por el cine de David Lynch en cintas como Mulholland Drive o Lost Highway.
Las actuaciones de los tres personajes principales son sensacionales, destacando especialmente Sebastian Stan, quien moldea correctamente la personalidad de Edward según su aspecto físico y situación emocional, la cual pasa por muchos cambios. Asimismo, Adam Pearson y Renate Reinsve brillan con luz propia a lo largo de toda la cinta.
En conclusión, A Different Man no solo es probablemente la mejor opción actual en cartelera, sino también es una película que nos desafía como espectadores, entregándonos una experiencia innovadora y emocionalmente impactante que sobresale por su valentía y seguirá dando mucho de qué hablar en esta temporada de premios.
