'Cultivar setas en casa', de Elliot Webb
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Fran Nieto
Para los amantes de los hongos, la idea de cultivarlos en casa puede ser emocionante y a la vez muy estimulante. Si bien es cierto que nada se puede comparar a una excursión familiar donde los más pequeños empiecen a apreciar la naturaleza mientras encuentran sus primeras setas, también lo es que cultivarlos en casa nos trae una serie de beneficios de los que a lo mejor no somos del todo conscientes. Citaremos como ejemplo tres de ellos: son cien por cien orgánicos; te permiten ahorrar dinero (si no eres boletaire, claro) y además producen tierra vegetal.
Las partes de los hongos que comemos son en realidad los cuerpos fructíferos (reproductivos) de los hongos. Cultivar hongos es bastante diferente a cultivar plantas. Dado que los hongos no son capaces de realizar la fotosíntesis y producir su propio alimento como las plantas, los hongos dependen de un sustrato, material sobre el que crecen.
Algunos ejemplos son troncos, paja u otras fuentes de celulosa. Los hongos toman nutrientes del sustrato a medida que se descompone. Generalmente, se prefiere cultivar hongos en interiores, ya que le proporcionará una fructificación más continua y predecible.
Los hongos tienen fama de ser difíciles de cultivar, pero hay muchas razones para intentarlo, como ahorrar dinero, cuidar el medio ambiente y divertirse, y Webb te muestra cómo
Si eres de los que les da pereza ponerse manos a la obra la editorial Blume acaba de publicar un magnífico manual de ayuda para todo aquel que quiera emprender la aventura del cultivo de hongos doméstico. De manera harto clara y concisa y con abundancia de material gráfico, fotos e ilustraciones se nos explican las claves a modo de guía que se adaptan a cualquier circunstancia y experiencia. Además, dicha información se complementa con otros capítulos dedicados a la relación del ser humano y las setas; la importancia de las setas en la vida cotidiana o el futuro de lo fúngico.
Esta interesantísima obra viene firmada por Elliot Webb, uno de los fundadores de la plataforma Urban Farm-It, cuya misión es alentar e inspirar un cambio positivo en nuestra cultura en torno a la producción y el consumo de alimentos sostenibles.
Los hongos tienen fama de ser difíciles de cultivar, pero hay muchas razones para intentarlo, como ahorrar dinero, cuidar el medio ambiente y divertirse, y Webb te muestra cómo.
La editorial Blume acaba de publicar un magnífico manual de ayuda para todo aquel que quiera emprender la aventura del cultivo de hongos doméstico
Investigaciones recientes han hecho que cultivar variedades exóticas sea más fácil. Los hongos crecen al aire libre, por lo que no puede ser tan difícil, pero no es como hacer jardinería y poner una semilla o un bulbo en la tierra y esperar que todo salga bien.
Aquí van los primeros pasos: Necesitas micelio líquido y un material para micelio, como cereales. Esteriliza en un recipiente. Inocula e incuba. Para cultivar, coloca un material, como paja, en un recipiente. Esteriliza todo y mézclalo con el micelio. Incúbalo, deja que fructifique con luz y agua y luego cosecha.
Los principios básicos son la higiene, desarrollar y controlar el micelio de forma constante, mantenerlo húmedo y cálido con luz indirecta y recordar que los hongos no son plantas, así que no los trates como si lo fueran.
Haremos caso a lo que nos dice el libro: “Aunque al principio pueda parecer un poco complicado, cultivar hongos es bastante sencillo una vez que lo dominas. Solo debes estar atento para evitar la contaminación y asegurarte de que la temperatura y la humedad sean las adecuadas, ¡y en poco tiempo estarás cosechando tus propios hongos frescos y gourmet!”. Ya os contaré que tal ha ido.