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@Montagut |
El trigo es un alimento fundamental, y como tal su presencia es constante en todos los ritos, misterios y cultos de la Antigüedad.
Es un símbolo de resurrección y un alimento para la inmortalidad. El grano de trigo muere, pero renace, como se interpretaría en el mito de Osiris, que muere y resucita. El grano de trigo es protagonista en el rito que unía a Deméter con Zeus. La espiga de trigo es símbolo de Ceres, diosa de la agricultura. En los ritos de Eleusis la espiga simboliza la luz sembrada en el hombre su nacimiento y que produce todos los frutos, gracias a la iniciación. Los judíos emplean el trigo, junto con el vino y el aceite en las ofrendas. Por fin, el trigo representa la Eucaristía.
En masonería importa el grano de trigo en la relación entre la muerte y el renacimiento, por lo que se asocia a la iniciación donde el profano muere para renacer en un iniciado. Además, se emplea, con el vino y el aceite en la consagración de un nuevo templo masónico.
En el ritual del solsticio de verano el trigo aparece como presente simbólico, simbolizando el don de la vida, en la acepción que hemos visto del grano que debe morir en la tierra, convertido en semilla para el renacimiento en la espiga, que debe ser cosechada. Pero, además, en esa ceremonia se nos dice que el trigo se transforma en pan, y por eso simbolizaría también el alimento material indispensable para la vida.
El trigo sería símbolo de la fecundidad, e inicia en los misterios de la vida. Nos permitiría descubrir la armonía entre la vida humana y la vida vegetal.
Por fin, la espiga constituye la palabra de pase del grado de compañero al representar la estabilidad productora y fecunda, fruto de la maduración llevada a cabo en el anterior grado de aprendiz.
