

Una década después del inicio de la crisis siguen empeorando las condiciones laborales de los jóvenes españoles en un mercado laboral donde proliferan “falsos autónomos.
Así lo denuncia CCOO en víspera de la celebración del Día Internacional de la Juventud, este 12 de agosto.
Según los datos recogidos por el sindicato, hoy tienen un empleo 2.278.600 jóvenes de entre 16 y 29 años menos que en el segundo trimestre de 2007, poco antes del inicio de la crisis, según el Instituto Nacional de Estadística.
En esa misma franja de edad, el 27% de las personas que trabaja lo hace a tiempo parcial, frente al 15% de hace algo más de una década; de hecho, mientras actualmente hay 398.400 jóvenes con una jornada parcial no deseada pero aceptada ante la imposibilidad de conseguir un trabajo a jornada completa, en 2007 quienes se hallaban en estas circunstancias eran solo 276.300.
La temporalidad juvenil sigue en cotas escandalosas, en torno al 56%, y el salario medio anual de los menores de 25 años no supera –según la Agencia Tributaria- los 6.113 euros (18.835 euros es el salario medio total).
Estas cifras, sumadas al abuso –en muchas ocasiones fraudulento- de las prácticas no laborales, al empleo sumergido, al precariedad inaceptable que lejos de mitigarse sigue golpeando en su día a día a la inmensa mayoría de las personas jóvenes, que se ven de este modo incapacitadas para planificar y desarrollar proyectos de vida a medio y largo plazo.
Esta circunstancia se evidencia también en el descenso de la tasa de emancipación juvenil: en la actualidad, según Eurostat, la edad media de emancipación se sitúa en los 29,3 años, frente a los 28,4 de 2007 y a los 23,7 de Alemania.