ENTREVISTA | RÍO DE GRATITUD

Una noche con Alex Serra, Toti Dub y Jordi Cantos en el corazón vibrante de Brasil

Fotos: Angel Eizaga
Ver a uno de mis artistas favoritos en vivo va más allá de la iración: es reconocer a alguien que, sin saberlo, con su arte, ha estado a mi lado en cada transformación.

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Angel Eizaga | @AngelEizaga.travel

Cuando supe que Alex Serra y Toti Dub se presentarían aquí, algo dentro de mí vibró con fuerza. Una experiencia que no podía perderme, organizada por Magia Produções y Micro2Macro productoras de celebraciones conscientes que ya han traído a otros grandes artistas que iro como Sam Garrett y Mose.  

 La prueba de sonido: lágrimas en estéreo  

Es la noche del 17 de mayo en Río de Janeiro. Me encuentro sentado en una especie de sala dentro del recinto donde será el concierto, esperando tranquilo, agradeciendo por todo lo que me ha traído hasta aquí, haciendo un recuento en mi mente de todo lo vivido para llegar a este presente. Afuera, la ciudad de Río late con su vibrante ritmo inconfundible. Adentro, algo sagrado está por suceder.

Escucho la prueba de sonido desde el otro lado de la pared, y llegan a mis oídos los primeros acordes de "So Free". Se me eriza la piel, mi estómago experimenta frío y calor al mismo tiempo. Se me hace imposible contener las cálidas lágrimas que brotan como agua viva. Lágrimas de gratitud, lágrimas de “esto es real y está sucediendo”, lágrimas que viajan directamente desde la fuente más pura de mi corazón.

Durante todo el concierto bailé, sonreí y lloré al mismo tiempo. Sentí mi plexo expandirse y cubrir mi cuerpo como un sol interno. Creo que esa sensación se llama gozo profundo y será inolvidable

"Estas canciones nacen de procesos internos que llevan un tiempo en comprenderse, al menos para mí. Cuando tengo algo que quiero expresar y no encuentro las palabras, pero sí melodías, ritmos, flows, y así va creciendo poco a poco."
— Alex Serra

Si dijera que esto es un sueño hecho realidad, estaría mintiendo. Jamás llegué a soñar con algo así. Esto es más que eso: lo veo como un regalo del universo, una bendición inesperada que recibo con gratitud infinita. Ver a uno de mis artistas favoritos en vivo va más allá de la iración: es reconocer a alguien que, sin saberlo, con su arte, ha estado a mi lado en cada transformación, alegría, desafío y dolor de este viaje nómada que es mi vida.  

La entrevista: a puertas cerradas y corazones abiertos  

Antes de que la presentación comience a elevar nuestras frecuencias, me dirijo a un pequeño camerino lleno de buena energía para encontrarme con Alex, Toti y Jordi. Cierran la puerta y la magia se amplifica. Aquí estoy, sentado frente a ellos, no como fan, sino como alma en sintonía con otras almas. Jordi irradia ternura y alegría silenciosa; Toti tiene el aura de un mejor amigo cósmico, y Alex, la mirada de quien ha viajado hacia adentro y ha regresado con el corazón en la mano.

Con mi cámara lista y los corazones abiertos, conversamos sobre la música como medicina, las rutas invisibles que nos trajeron a este instante, y todo lo que hay detrás de El Puente Tour LATAM 2025.

¿Qué sonidos y ritmos vamos a encontrar en esta gira?

“Esta gira trae la mezcla de muchos sonidos y estilos del mundo, con el soul como hilo conductor, música del alma, unido al dub, que aporta esa textura experimental que nos fascina porque siempre es distinto, el dub abre espacios en la mente y el cuerpo.”

— Responden Alex y Toti con una sonrisa que revela complicidad creativa.

¿Habían soñado con hacer una gira por Sudamérica, llegar a un país como Brasil, con otra lengua?

“Cuando hicimos el primer disco, sentí que íbamos a viajar con él. Es un disco universal, que trasciende la palabra. Tiene otra vibración que encaja en cualquier lugar del mundo.”

— Me dice Toti, sentado con las piernas cruzadas, zapatos mostaza y calcetines coloridos que resaltan su esencia creativa.

“Hace años que tengo el sueño de venir a esta parte del mundo. Estoy aquí por primera vez… y estoy alucinando porque se está cumpliendo.”  

  — Jordi, con una sonrisa que podría iluminar ciudades enteras.

  ¿Cómo surgió la invitación a Jordi para esta gira?

  “A Jordi lo conocimos en nuestro primer viaje, con el primer disco. Fuimos invitados a un festival en Tulum llamado RESTAURA, en 2020. Desde entonces hemos conectado muchísimo, hemos colaborado en varias canciones y viajado juntos.”

— Dice Alex, con el entusiasmo de quien recuerda un inicio lleno de propósito.

Su música ha acompañado procesos de sanación y viaje interior en muchas personas, me incluyo en esta lista. ¿Por qué crees que se da ese efecto de conexión tan profundo? 

“Yo hago música para recordar sensaciones que quiero anclar en mí, no olvidar, potenciar y expandir. Por eso creo que conecta tanto con la gente: porque si yo resueno así y me permito mostrarlo, otros también se permiten resonar.”

— Responde Alex, con mirada honesta y voz suave, como quien habla desde el alma.

El concierto: una medicina llamada música

Salgo del camerino con el corazón expandido y una sonrisa luminosa. La segunda parte del regalo está por comenzar. Me ubico en primera fila, descalzo, cámara en mano. Jordi toma su lugar en el escenario, y su vibración me genera una alegría en el pecho que da confianza. Cierro los ojos en postura de meditación y me dejo llevar por las melodías de su handpan, ese instrumento sideral. Cada nota es una caricia, cada vibración una medicina.  

Entonces aparecen Alex y Toti. Comienzan con “So Free” y soy transportado a la Sierra de Santa Marta, Colombia, a los amaneceres en Masaya Casas Viejas donde cerraba mis clases de Animal Flow con esa canción. 

Durante todo el concierto bailé, sonreí y lloré al mismo tiempo. Sentí mi plexo expandirse y cubrir mi cuerpo como un sol interno. Creo que esa sensación se llama gozo profundo y será inolvidable.

Gracias, Alex.
Gracias, Toti.
Gracias, Jordi.

Gracias a quienes hicieron posible este encuentro que tocó el alma de todos los presentes.

Gracias, Río por abrazarme siempre con tanto, mucho más de lo que soñé.

Gracias, gracias, gracias.