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domingo. 15.06.2025
JOSƩ FƩLIX TEZANOS

Mordaza para la revista Temas

"La Secretaría de Estado de Cultura ha vuelto a perpetrar un intento de amordazamiento y exclusión de las revistas de pensamiento crítico", denuncia José Félix Tezanos en este artículo tras la decisión del Gobierno de recortar las ayudas a varias revistas.

Los actuales gestores del Ministerio de Educación y Cultura van a pasar a la historia como los perpetradores del mayor culturicidio conocido en la historia reciente de España

 

La política del PP estÔ causando un daño enorme a todo el tejido cultural español. En las actuales condiciones económicas, la carencia de sensibilidad cultural del Gobierno y algunas iniciativas que a veces parecen pensadas para infligir un daño específico, estÔn llevando a la ruina a la industria cultural española en una manera que costarÔ muchos años recomponer.

La enemistad que profesan determinados jerarcas del PP a aquellos sectores de la cultura que ellos consideran adversarios y a los que niegan ā€˜el pan y la sal’, por la sencilla razón de que no soportan las crĆ­ticas surgidas del mundo de la cultura y del pensamiento, estĆ” llegando a extremos impropios de un paĆ­s democrĆ”tico. Extremos que hace unos aƱos era difĆ­cil imaginar que pudieran darse nuevamente en EspaƱa.

En el campo específico de las revistas culturales y de pensamiento, los actuales gestores del Ministerio de Educación y Cultura van a pasar a la historia como los perpetradores del mayor culturicidio conocido en la historia reciente de España.

La política de equilibrio y de respeto a los distintos sectores de opinión establecida durante los años en los que Miguel Ángel Cortés (PP) estuvo al frente de la Secretaría de Estado de Cultura -y que fue seguida por todos los responsables ulteriores del Ministerio-, permitió que en España se conociera un período positivo de desarrollo de un importante tejido de revistas culturales, que era valorado dentro y fuera de nuestras fronteras. El modelo, que desarrollaba y potenciaba iniciativas anteriores prescindiendo de cualquier tentación de nepotismo, exclusión o discriminación por razones ideológicas, consistió en apoyar a las revistas, según sus características e importancia, con un determinado número de suscripciones a las bibliotecas públicas españolas, atendiendo también a las demandas que estas realizaban. Todo lo cual era sustanciado por unas Comisiones que intentaban actuar con imparcialidad y objetividad, sin discriminar ni excluir a ninguna revista por su orientación. Comisiones en las que participaban intelectuales, académicos y editores acreditados.

Sin embargo, el actual Secretario de Estado de Cultural, José María Lassalle, ha roto un consenso y una manera de proceder que se había mantenido desde entonces, suprimiendo totalmente las suscripciones públicas a las revistas y, sobre todo, discriminando gravemente a algunas publicaciones concretas. Para suprimir las suscripciones se han pretextado razones legales y límites normativos -que podrían haberse solucionado con los cambios oportunos- y para recortar las ayudas a la edición se ha alegado la reducción presupuestaria; algo bien conocido por todos. Los hechos ciertos son que, por causa de un monto económico bastante pequeño, se estÔ destrozando un tejido cultural que había costado muchos años y mucho esfuerzo poner en marcha. De momento, 29 revistas pertenecientes a la Asociación de Revistas Culturales de España (ARCE) ya han tenido que cerrar y otras varias estÔn a punto de hacerlo.

El problema no es solo de escasez de recursos, sino de discriminación. En el aƱo 2012 dos revistas acreditadas, vinculadas a la Fundación Sistema, fueron gravemente discriminadas comparativamente. En concreto, la revista ā€œSistemaā€, una de las publicaciones espaƱolas mĆ”s antiguas y mĆ”s reconocidas en Ciencias Sociales, segĆŗn todos los indicadores acadĆ©micos y de citación, sufrió un corte brutal de las ayudas recibidas: quedando en menos de un tercio que en el aƱo anterior. Al mismo tiempo, la revista ā€œPrincipiosā€, que estaba adquiriendo un relieve creciente en el mundo acadĆ©mico, llegando, por ejemplo, al puesto nĀŗ 8 en el ranking de citaciones en Ciencias PolĆ­ticas (de acuerdo al IN-RECS que computa un total de 780 revistas), quedó totalmente excluida de las ayudas. Lo que obligó a cerrarla.

Este aƱo, la SecretarĆ­a de Estado de Cultura ha vuelto a perpetrar un intento de amordazamiento y exclusión de las revistas de pensamiento crĆ­tico, dejando fuera de las ayudas a la edición a una revista tan significativa y acreditada como ā€œTemas para el Debateā€, una publicación de amplia circulación que se viene editando desde el aƱo 1994, sin que haya tenido hasta el presente problemas de este tenor; ni con los anteriores Gobiernos del PP, ni con los Ćŗltimos del PSOE.

Lo peor es que la Comisión ā€˜ad hoc’ nombrada a dedo por el SeƱor Lassalle y sus subordinados -y formada en su mayorĆ­a por funcionarios dependientes de Ć©l y de otros organismos controlados por el PP- ha tenido el atrevimiento de justificar su decisión en base a un peculiar Ć­ndice en el que atribuye arbitrariamente a la revista ā€œTemasā€ -y tambiĆ©n a ā€œSistemaā€- un nulo interĆ©s y relevancia como revistas culturales y de pensamiento. Todo ello en flagrante contradicción con lo que muestran todos los indicadores objetivos de citación y relevancia, y de lo que ha sido una prĆ”ctica continuada hasta la llegada a la SecretarĆ­a de Estado de Cultura del susodicho SeƱor Lassalle.

En el bloque de los ā€˜excluidos’ y ā€˜eliminados’ ā€œTemasā€ -y antes ā€œPrincipiosā€- estĆ” acompaƱada por ā€œGaceta Sindicalā€ (revista conectada a CC.OO), ā€œEl cronista del Estado Social y DemocrĆ”tico de Derechoā€, ā€œRaĆ­cesā€ (revista judĆ­a de cultura), una revista de SOS-Racismo, otra publicación de cultura gitana, etc. Es decir, todo un repertorio que recuerda el cĆ©lebre poema de Martin Niemƶller (achacado erróneamente a Bertolt Brecht): ā€œPrimero vinieron a buscar a los comunistas y no dije nada porque yo no era comunista. Luego vinieron por los judĆ­os y no dije nada porque yo no era judĆ­o. Luego vinieron por los sindicalistas y no dije nada porque yo no era sindicalista. Luego vinieron por los católicos y no dije nada porque yo era protestante. Luego vinieron por mĆ­ pero, para entonces, ya no quedaba nadie que dijera nada"). Ā”QuĆ© se vayan preparando, pues, los que vienen detrĆ”s, si no se pone coto a este proceder!

El intento de tapar la boca a una revista como ā€œTemasā€ es una muestra mĆ”s del sectarismo que practican algunos falsos liberales, que no han entendido aĆŗn el sentido profundo del ā€˜Estado de Derecho’, ni saben en quĆ© consiste el respeto a la pluralidad, ni la aceptación de la crĆ­tica. Estos falsos demócratas de salón, que a veces se adornan con aparentes ropajes intelectuales, en el fondo y en la forma no hacen sino yugular la cultura y, a veces, practican un nepotismo interesado que les lleva a premiar a las publicaciones en las que ellos -segĆŗn su propio currĆ­culum oficial- han sido o son colaboradores habituales, mientras que castigan y excluyen a las que no comulgan con sus ideas ni intereses. Todo lo cual refleja el grado de descomposición al que pueden estar llegando algunos sectores de la vida polĆ­tica espaƱola, y que, desde luego, con su proceder tambiĆ©n hacen un daƱo objetivo a aquellas publicaciones que estĆ”n siendo mĆ”s ayudadas que otras y que tienen una trayectoria acreditada y merecen todo el respeto del mundo. Pero estas publicaciones, si permanecen en silencio ante la exclusión de ā€œTemasā€ (y antes de ā€œPrincipiosā€) y ante la discriminación de ā€œSistemaā€, pueden acabar convirtiĆ©ndose en cómplices de un sistema y de unos personajes que, mientras que a ellos les benefician (en poco o en mucho), en cambio a otros les perjudican, les descalifican y les excluyen, con graves perjuicios económicos, de imagen y de prestigio.

Estamos ante un clima social y cultural que se deteriora a marchas aceleradas, mientras la legitimidad y pertinencia del proceder pĆŗblico de algunas instituciones es puesta en cuestión y determinados altos cargos con responsabilidades en materias culturales se dedican a perseguir y excluir a ā€œsusā€ adversarios, a cuidar y cultivar a los suyos -aunque no a todos- y a preparar sus retiros a eventuales palacios de invierno. Todo ello con una escasa consideración a los criterios de imparcialidad, objetividad, equidad, proporcionalidad e imparcialidad en el desempeƱo de las funciones pĆŗblicas, y de respeto a la legalidad y a las normas y principios de una buena convivencia civil, social y cultural.

ĀæNos vamos a quedar de brazos cruzados? ĀæQuiĆ©nes serĆ”n los próximos en ser excluidos? ĀæCuĆ”l serĆ” el precio para poder permanecer dentro del redil? ĀæEl silencio cómplice? ĀæMirar para otro lado con disimulo? De momento, son muchas las expresiones de apoyo y solidaridad que se estĆ”n recibiendo en ā€œTemasā€. Ahora lo que corresponde es agradecer y canalizar la solidaridad, pedir explicaciones (todos) y emprender las acciones polĆ­ticas y legales que nos permitan restablecer, no solo los legĆ­timos derechos conculcados, sino contribuir a recuperar el proceder propio de una sociedad democrĆ”tica y seria.

Por nuestra parte, no aceptamos que se nos intente amordazar, ni reaccionaremos con resignación a la exclusión a la que se nos quiere someter. Somos libres e independientes en el ejercicio de la crĆ­tica, la opinión y el debate. Con ese propósito de libertad nacimos y con Ć©l llevamos trabajando 19 aƱos. En este tiempo, hemos invitado a participar y a opinar en las pĆ”ginas de ā€œTemasā€ a todos los que pensĆ”bamos que podĆ­an aportar algo en las cuestiones que hemos abordado. A veces, algunos han sido reconocidos del PP o especialistas con un pensamiento diferente al nuestro. Pero, a todos les hemos dado cabida en nuestras pĆ”ginas, con un espĆ­ritu inequĆ­voco de libertad y pluralidad, ya que entendemos que en el debate y en el anĆ”lisis se precisa el concurso de todos. De ahĆ­ la generosa y amplia acogida que han tenido nuestras invitaciones a colaborar en ā€œTemasā€, en cuyas pĆ”ginas hemos contado a lo largo de estos aƱos con las contribuciones de mĆ”s de 1.800 reputados acadĆ©micos y especialistas en diferentes ramas. Algo que no es muy habitual en el panorama polĆ­tico y cultural espaƱol. ĀæPor eso se nos quiere silenciar?

¿Por qué?

Mordaza para la revista Temas