
En plena guerra civil el franquismo abolió la Fiesta del Primero de Mayo en un decreto del 12 de abril de 1937, en el que tambiĆ©n se estipulaba que habrĆa una fiesta dedicada al Trabajo Nacional. En marzo de 1938 se publicó el Fuero del Trabajo, en el que se estableció que cada 18 de julio se celebrarĆa la Fiesta de la Exaltación del Trabajo, uniendo esta celebración con la de la fecha fundacional de la dictadura.
Pero las organizaciones obreras, que siguieron funcionando en la clandestinidad, no se resignaron, y organizaron actos de protesta con motivo de la festividad del trabajo del Primero de Mayo. En el mes de mayo de 1947 la protesta en Vizcaya fue muy destacada contra la carestĆa de la vida y los bajos salarios. En estos tiempos las movilizaciones eran vertebradas por los sindicatos clĆ”sicos, la CNT y la UGT.
La Iglesia Católica intervino en relación con la Fiesta del Trabajo. En 1955, el papa PĆo XII decidió apropiarse del Primero de Mayo para darle un contenido religioso. A partir de entonces serĆa la Fiesta de San JosĆ© Artesano. Franco incorporó el cambio al aƱo siguiente. En 1956 se celebraron misas por todo el paĆs en honor del que pasaba a ser el santo patrón de los trabajadores.
A partir de 1957 la Organización Sindical Educación y Descanso organizarĆa todos los aƱos un espectĆ”culo denominado ādemostración sindicalā. Grupos de trabajadores y trabajadoras realizaban ejercicios gimnĆ”sticos y folclóricos ante el dictador en el estadio de ChamartĆn.
A partir de los aƱos sesenta con la revitalización del movimiento obrero a travĆ©s de Comisiones Obreras, comenzó a generarse una nueva dinĆ”mica en relación con la celebración del Primero de Mayo. El dĆa anterior, es decir, el 30 de abril, se establecĆa como jornada de lucha con paros cortos, boicots al transporte colectivo de las grandes empresas y minutos de silencio en los comedores de las fĆ”bricas. El dĆa 1 se remataba con alguna concentración ante el local del sindicato vertical. La reacción solĆa ser contundente y hasta se hizo preventiva, ya que se solĆa detener a los activistas fichados durante las 72 horas previas para hacer fracasar estas acciones.
Fuera de EspaƱa los exiliados siguieron celebrando el Primero de Mayo, que les permitĆa denunciar al rĆ©gimen de Franco. En este sentido, podemos aludir al Primero de Mayo de 1954 en el que el PSOE convocó una gran reunión en Marsella para protestar contra el franquismo. Especial emotiva fue la celebración del Primero de Mayo de 1961 en ParĆs, el Ćŗltimo acto pĆŗblico que celebró Indalecio Prieto. TambiĆ©n fue muy comĆŗn que los exiliados espaƱoles se incorporasen a las manifestaciones en los paĆses donde residĆan, portando sus pancartas, especialmente en Francia y MĆ©xico.