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Estos párrafos los escribió las niñas evacuadas durante la Guerra Civil. Se conserva en el Archivo Histórico del PCE. Además de la carga emotiva tiene un gran valor histórico corroborando que los planes de los alemanes era haberlos asesinado en los días previos y que los españoles antifascistas habían tomado el campo de concentración antes de la llegada de los aliados.
A instancias de los ultras alemanes, la justicia de ese país ha prohibido las banderas soviéticas en los actos de la liberación de Berlín cuando precisamente fue el ejército soviético el que entró en la capital
«Querida hermana: Al cabo de cinco largos años puedo escribir con entera libertad son las veinte horas cuando nos comunican que cada cual puede hacerlo. Multitud de ideas se vuelven sobre mi mente al querer escribirte. Fui detenido por la policía sa hallándome en las compañías de trabajo en Francia, cumpliendo tareas del partido. Fui encarcelado en Angouleme hasta que llegaron los alemanes, cuya Gestapo me condujo a este. Aquí llegué el día 24 de agosto de 1940 o sea de los primeros españoles que trabajaron en este campo. A partir de entonces han llegado aquí unos 13.000 compatriotas nuestros mientras que hasta el día de la victoria solo hemos conseguido llegar aproximadamente unos 1000. Todos, exceptuando muy pocos, con entera dignidad antifascista.
Los días que precedieron a la llegada de las fuerzas americanas, excuso decirte qué días fueron para los condenados que aquí nos hallábamos. Estábamos dispuestos a afrontar cualquier eventualidad antes de dejarnos matar cobardemente. Pero como quiera que les fallaron los resortes de ejecución…/…el mando tuvo que retirarse sin lograr cumplir sus propósitos…En esta quiero omitir y hablarte de las mil calamidades que pasé».
Veremos lo que tardan en desaparecer de algunos lugares fotografías similares a las de la pancarta antifascistas españoles
El siguiente párrafo corresponde a otra carta posterior del mismo autor:
«...Trabajé casi todo el tiempo en una mina de potasa, desde el amanecer hasta que faltaba la luz del día... El trabajo era terrible, como no te puedes imaginar, como tampoco te puedes imaginar de la forma que han perecido tantos y tantos compañeros. Perder la capacidad para el trabajo era tanto como firmar tu sentencia de muerte los hornos no dejaron nunca de funcionar».
No hacen falta comentarios, pero sí recordar la realidad en este 80 aniversario en el que se está blanqueando y modificando la historia. Valga como ejemplo que, a instancias de los ultras alemanes, la justicia de ese país ha prohibido las banderas soviéticas en los actos de la liberación de Berlín cuando precisamente fue el ejército soviético el que entró en la capital. Veremos lo que tardan en desaparecer de algunos lugares fotografías similares a las de la pancarta antifascistas españoles. Al tiempo…
Pablo Fernández-Miranda | Autor del libro Dos Patrias