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miércoles. 28.05.2025

¿Solo el pueblo salvará al pueblo?

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EFE/Biel Aliño

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En estos días he recibido numerosos mensajes con imágenes de la catástrofe ocurrida en Valencia, acompañados de la frase Solo el pueblo salvará al pueblo”. Al leerla por primera vez, me pareció un grito que apelaba a la solidaridad, a la acción y a la organización de la ciudadanía; una frase positiva o al menos neutra, con la que es fácil identificarse, especialmente desde un pensamiento progresista y de izquierdas.

Sin embargo, al analizar el sentido y la utilización que se le está dando a esta potente frase «Solo el pueblo salvará al pueblo«, surgen matices. En redes sociales, la frase se comparte junto a imágenes de miles de jóvenes voluntarios que acuden a colaborar en los trabajos de desescombro en las zonas afectadas. Aunque el mensaje también ha sido difundido por colectivos de izquierdas, ha sido, en buena medida, utilizado por grupos de extrema derecha, populistas y constructores de bulos, quienes parecen querer cargarlo de un mensaje antipolítico, aprovechándose de la tragedia.

Este lema, «Solo el pueblo salvará al pueblo«, se ha viralizado en redes sociales con afirmaciones de que el Estado y los políticos han abandonado a la ciudadanía, y que los impuestos que pagamos solo sirven para alimentar la burocracia. El mensaje, en su versión más oscura, sugiere que las instituciones son inútiles y carecen de valor para el pueblo.

Sin embargo, «Solo el pueblo salva al pueblo» parece ignorar que los recursos públicos también son el pueblo: los impuestos que pagamos financian rescates, reconstrucción tras catástrofes y ayuda médica. Apoyar lo público es, en esencia, apoyar al pueblo. Esta frase, en su forma descontextualizada, desatiende la realidad de que son esos mismos impuestos los que permiten la existencia de servicios públicos de calidad.

Con el mensaje de «Solo el pueblo salva al pueblo» algunos buscan transmitir que «nosotros -el pueblo- sí tenemos corazón, conciencia, escrúpulos y valor para afrontar esta catástrofe«, en contraste con “los políticos, los gobiernos, las instituciones«, que, según esta narrativa, solo miran por sus propios intereses.

El pueblo salva al pueblo cuando se organiza en instituciones democráticas, cuando defiende servicios públicos y cuando ejerce su responsabilidad colectiva

Sin embargo, la verdad es que el pueblo salva al pueblo cuando se organiza en instituciones democráticas, cuando defiende servicios públicos de calidad financiados con impuestos y cuando ejerce su responsabilidad colectiva de derechos y obligaciones como ciudadanía. También cuando elige democráticamente a sus representantes. Es entonces, y solo entonces, cuando el lema adquiere un verdadero sentido democrático, como el que le dio su creador, el sindicalista mexicano Vicente Lombardo Toledano, uno de los fundadores del extinto Partido Popular Socialista Mexicano en los años 20 del siglo pasado. Para Lombardo Toledano, “solo el pueblo organizado” podía cambiar el rumbo de la historia de un país y mejorar las condiciones de vida de la población.

Hoy sin embargo, como ha escrito en El País Javier Salas, este lema “ya no es solo un símbolo de orgullo por una juventud activa, generosa y fraternal”, pues ha sido convertido en un discurso sombrío que, aprovechándose de la tragedia, busca atacar todo lo que representan esos jóvenes solidarios que, con sus palas y cubos, caminan en fila por los puentes hacia las zonas afectadas.

Insisto en subrayar que el pueblo salva al pueblo cuando se organiza en entidades, organizaciones e instituciones democráticas, cuando defiende servicios públicos de calidad financiados con impuestos y ejerce su responsabilidad colectiva de derechos y obligaciones como ciudadanía. Precisamente lo que quieren impedir aquellos que, este grito, expanden bulos, mentiras y mensajes populistas antidemocráticos. 

Artículo publicado en el Blog de Quim

¿Solo el pueblo salvará al pueblo?