<img height="1" width="1" style="display:none" src="https://www.facebook.com/tr?id=621166132074194&amp;ev=PageView&amp;noscript=1">
miércoles. 04.06.2025
CINE

'893 KM': Infierno en carretera

La obra revela estar basada en uno de los pasajes más oscuros de la historia reciente de España. 

Necesitamos tu ayuda para seguir informando
Colabora con Nuevatribuna

 

Virginia de Miguel Perdomo | @VirdMP_

Son los años 90. Tania y su mejor amiga emprenden su primer viaje juntas. Conducen de noche, para evitar los atascos a la salida de Madrid. Su destino un camping de Valencia. La atmósfera es de libertad. Acaban de sacar el carné de conducir, y están entusiasmadas. Son jóvenes, lindas, y están llenas de ilusión.

El ambiente es ligero, como el inicio de una prometedora road movie. La narrativa arranca desde el confort, con un montaje enérgico (Bruno Martín), colores vibrantes, y un ritmo que invita a dejarse llevar. Pero lo que comienza como una celebración de la autonomía de las chicas, se convierte, tramo a tramo, en un thriller cada vez más opresivo.

El título cobra, entonces, un significado aún mayor, y la travesía truncada termina por reflejar un viaje crucial de 893 KM hacia la consciencia colectiva

El encontronazo con un grupo de fiesteros marca el inicio de un infierno en la carretera, en pleno entorno rural. El miedo y el aislamiento comienzan a asfixiar, en una escalada constante, mientras las chicas se encuentran con elementos desconcertantes, y con un policía extraño, de mirada sumamente aterradora y dudosas intenciones.

Las interpretaciones del corto son excelentes; sus protagonistas recorren un arco que va de la emoción más inocente al miedo, con un realismo e intensidad considerables. Paula Gallego (Vis a Vis) e Irene Rojo (El Pueblo) tienen una amistad cómplice, enfrentando juntas el temor y la urgencia por sobrevivir.

La sugestión del corto es una maravilla: la mirada de Mario Mayo, como el policía (Os reviento), provoca verdadera impotencia por las chicas. Los silencios y el eco de la palabra "Asesinos", grabada en una piedra, engrandecen la dirección de Rubén Guindo (Cómplice), que en todo momento se apoya en una excelente fotografía, y un diseño sonoro que anticipa el peligro.

Coproducido por Sinapsis Films, Jar Producciones y el propio Rubén Guindo, el cortometraje es finalista en los Premios Fugaz, que se celebrarán el mes que viene. La obra revela estar basada en uno de los pasajes más oscuros de la historia reciente de España. El título cobra, entonces, un significado aún mayor, y la travesía truncada termina por reflejar un viaje crucial de 893 KM hacia la consciencia colectiva.

'893 KM': Infierno en carretera