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En el año 1929, Ridgely Whierman descubrió las primeras piezas arqueológicas. Una excavación realizada en el año 1932 por un equipo dirigido por Edgar Billings Howard, de la universidad de Pensilvania, confirmó que se trataba de un yacimiento aborigen que existió durante el Pleistoceno.
El descubrimiento arqueológico del año 1933 fue fundamental para México.
Los científicos presumieron que todas estas manifestaciones podían estar vinculadas entre sí, y la llamaron cultura de Clovis, en base a uno de estos yacimientos.
Los hallazgos fueron herramientas para la caza, realizadas con una gran precisión. Se trata de piedras de sílex muy afiladas, con forma acanalada que las convertían en un arma perfecta.
Estas piedras de sílex eran muy fáciles de unir a la lanza, lo que permitía lanzarlas muy lejos. Las bandas triangulares eran muy cortantes, por lo que se ha calculado que podían penetrar en la gruesa piel de los mamuts, que eran objeto de caza.
Las personas estaban bien asentadas en múltiples áreas de América del Norte y del Sur hace 13.000 años y habían desarrollado su propia adaptación a estos diversos entornos
Sus famosas herramientas de piedra se caracterizan por tener unas puntas de lanza acanaladas que alcanzaron un grado de precisión y perfección difícilmente igualables en la prehistoria y que casi con toda seguridad se utilizaron para cazar mamuts.
Los historiadores piensan que debido a la sofisticación de las herramientas de la cultura Clovis creen que los primeros pobladores de América habrían llegado desde Asia a través del estrecho de Bering y ya venían con esa técnica desarrollada.
La evidencia más antigua de la presencia humana en América data de hace 13.500 años. Era una mujer joven con 140cm de altura 53 l. Fue hallada en la península del Yucatán en unas cuevas que están actualmente sumergidas, pero en esa época era tierra firme. Se le conoce con el nombre de Mujer de Naharon.
Sin embargo, ha habido descubrimientos y estudios recientes ponen en dudas esas fechas, pues ha habido un descubrimiento en Florida con restos considerados del hace 14.500 años.
Esto fue publicado en la revista Science Advances en el año 2016, nos comunica el descubrimiento de herramientas de piedra y huesos de mastodonte en Page Ladson en Florida, con la misma forma de la cultura Clovis.
Este descubrimiento ha hecho cambiar a la comunidad científica y han aparecido sorprendes teorías como la del profesor Jon Erlandson de la universidad de Oregón, donde analiza que las primeras comunidades que penetraron en suelo americano fue anterior a la oleada migratoria que entró a pie por el estrecho de Bering.
Para Erlandson los primeros humanos llegaron en barco desde Asia y, desde el mar siguieron la ruta de los grandes ríos norteamericanos hasta llegar al golfo de México.
Las primeras evidencias de navegación son de alrededor del año 10.000, por lo que la teoría de Erlandson no se sostiene. Por el momento sólo existen teorías de difícil entendimiento.
Muchos arqueólogos han debatido largamente la posibilidad de la existencia de culturas anteriores a la Clovis, tanto en Norteamérica como en Sudamérica. Yacimientos antropológicos de América como los de:
- Monte Verde y Pilauco Bajo en Chile.
- Piedra Museo en Argentina.
- Pedra Furada en Brasil.
- Topper y Meadowcroft Rocksshelter en Estados Unidos.
- El Fin del Mundo en México.
Replantearon completamente la teoría clásica, ahora conocida como teoría del poblamiento tardío, y defendieron una nueva teoría, conocida como la teoría del poblamiento temprano de América, o pre-Clovis, que ubica la fecha de ingreso entre 25.000 y 15.000 años a. C.
Al mismo tiempo que modificaron las teorías sobre las rutas de entrada y difusión por el continente. Recientemente parece haberse establecido la existencia de, cuando menos, un yacimiento mil años anterior a la cultura Clovis.
Su nacimiento
Su datación por radio carbono nos marca un periodo entre el 10.600 y el 11.250 a. C. Esa época corresponde a los últimos años de la Dryas Reciente, la última era de hielo.
Se aplicó el carbono 14 en los yacimientos Clovis. La datación oscilaba entre los años 11.500 y el 10.900 a. C. Más tarde se corrigió esa datación pues según cálculos más recientes, el periodo corresponde aproximadamente a los años 11.250 al 10.600 a. C.
Se han identificado con seguridad sitios pertenecientes a la cultura Clovis dispersos por una amplia zona de los Estados Unidos desde Montana hasta Arizona y Florida. También se han localizado ejemplos en Sonora y otras partes de México, e incluso alguno en Chile y Venezuela.
Durante la mayor parte de la segunda mitad del siglo XX, los descubrimientos acerca de esta cultura sostuvieron lo que se conoce como el consenso Clovis del continente americano.
A partir de las dos últimas décadas del siglo XX, nuevas investigaciones científicas cuestionaron las conclusiones del consenso Clovis y aportaron pruebas de la existencia de culturas amerindias mucho más antiguas.
Cómo era la cultura Clovis
Un sello de la cultura Clovis es la forma acanalada que caracteriza sus puntas de lanza de piedra, conocida como punta Clovis. La punta Clovis tiene un grado de perfección y belleza no habitual en épocas prehistóricas. Es una hoja tallada por presión con un canal hasta la mitad de la pieza que servía para asegurar la punta al palo.
Se acepta generalizadamente que el pueblo Clovis cazaba mamuts que abundan en los sitios donde se han encontrado puntas Clovis mezcladas con restos de mamut.
Se ha sostenido la hipótesis de que la extinción del mamut fue consecuencia de la caza realizada por los Clovis, pero la misma no se encuentra probada y ha sido muy controvertida.
Las pruebas científicas atestiguan que, en la época del nacimiento de la cultura Clovis existía en América una megafauna importante, desde tops gigantes hasta los impresionantes mamuts, considerado el mamífero más grande del mundo.
El llamado mamut de Columbia podía llegar a medir los cuatro metros de altura y pesar unas diez toneladas, sin contar sus colmillos que eran una arma muy peligros y que medían tres metros de largo.
Los hombres y mujeres de la cultura Clovis solo podían cazar semejantes animales con el empleo de herramientas cada vez más precisas y los datos científicos apuntan que la extinción de esta megafauna está directamente relacionada con una caza masiva.
Si seguimos los estudios realizados de las esporas que proliferan en los residuos fecales de los herbívoros y que se han conservado después de más de diez mil años, demuestran que hace 15.000 años, la megafauna en América era muy abundante, pero hacia el año 13.500 desaparecieron totalmente.
Para la profesora Jacquelyn Gill de la universidad de Maine asegura que la megafauna empezó a desaparecer hace unos 14.800 años, mucho antes de que apareciera la cultura Clovis. Lo que sí es evidente es que la extinción de la megafauna se da en la cultura Clovis como demuestra el estudio de las esporas que anteriormente hemos visto.
Las fechas coinciden con el desarrollo de la cultura Clovis pero además coincide también el tiempo con el final de dicha cultura y el fin de la megafauna.
El profesor Walter dice que “todavía no sabemos cómo o por qué surgió la tecnología Clovis y por qué desapareció tan rápidamente y… Es intrigante observar que la gente de este pueblo aparece por primera vez 300 años antes de que desaparecieran los últimos vestigios de megafauna que una vez vagó por América del Norte, durante una época de gran cambio climático y ambiental”.
Los especialistas indican que la desaparición de las herramientas de esta cultura del registro arqueológico hace 12.750 años coincide con la extinción del mamut y el mastodonte. Los investigadores teorizan de que “quizás el armamento de Clovis se desarrolló para cazar a las últimas de estas grandes bestias”.
Hasta hace poco se pensaba que estas comunidades prehistóricas representaban a los primeros pueblos indígenas que llegaron a América, cruzando el estrecho de Bering y que las personas que portaban armas y herramientas Clovis se extendieron rápidamente por todo el continente y luego se trasladaron hasta el extremo más meridional del cono sur.
Sin embargo, el hallazgo de este corto rango de edad para la cultura llano no proporciona suficiente tiempo para que los humanos colonicen América del Norte y del Sur.
Para el antropólogo Walters dice que, “además, hay fuerte evidencia arqueológica acumulada en las últimas décadas, que muestra que hubo personas que llegaron al continente miles de años antes que Clovis, aunque esto no le quita importancia a esta civilización, que siendo tan distintiva y generalizada en América del Norte… Tener una edad precisa para estas herramientas nos permite ver que las personas estaban bien asentadas en múltiples áreas de América del Norte y del Sur hace 13.000 años y habían desarrollado su propia adaptación a estos diversos entornos”.
