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La verdad es que el ser humano es muy complicado y sus acciones a veces rayan el esperpento, la insensatez, la irracionalidad, provocando situaciones kafkianas, grotescas, circenses y sobre todo lejanas a la concordia, búsqueda de la igualdad y del respeto a la dignidad de los otros seres humanos con los que convivimos y pretendemos formar una sociedad más libre, más igualitaria y sin exclusiones sociales.
El ser humano democrático no puede aceptar que, de un contexto o acción de igualdad y respeto a la dignidad y libertad sexual de todos los seres humanos, convirtamos este hecho racional en una acción homofóbica, con una gran dosis de falta de respeto y de exclusión social.
El ser humano democrático no puede aceptar convertir el empleo en más precario, casi de esclavismo y donde cientos de familias reciben un sueldo "miserable" que les impiden llegar al fin de mes y están en el umbral de la pobreza, aun trabajando y mientras algunos medios informativos y determinados políticos se vanaglorian de este hecho en vez de proponer medidas que fortalezcan el empleo creado y eviten el aumento de la exclusión social, pese a tener trabajo.
El ser humano democrático no puede aceptar lo inaceptable y anti democrático si lo que quiere es ser libre y conseguir de manera plena todos los valores democráticos
El ser humano democrático no puede aceptar, que día a día, los precios suban, las facturas de gas, luz cada vez sean más altas y como consecuencia de ello muchas familias no pueden ni calentar la comida o protegerse del frio y el resto de los seres humanos lo veamos como algo puntual, pese a las ganancias astronómicas que tienen las empresas suministradoras. Y lo peor es, nuestra insensibilidad cuando como consecuencia de esas subidas, desgraciadamente, se producen "muertes" por accidente producidas para poder sobrevivir.
El ser humano democrático, cada vez más insensible, muestra una falta de lucha, al aceptar hechos y acciones insensatas e irracionales provocando con su silencio y aceptación que la desigualdad, la exclusión social, la homofobia, el falso nacionalismo, aumenten y se impongan al dignidad, respeto y libertad del ser humano.
El ser humano democrático no puede aceptar que cada día mueran personas en el Mediterráneo intentando llegar a un lugar donde empezar a vivir y ser libres y no hacer nada y que, a las que llegan con vida, se les trate como “ganado", se les humille y se les haga sentir como delincuentes y la respuesta sea apoyar cada vez más a partidos que apoyan el denigrar al migrante y culpabilizarles de todos los males.
El ser humano democrático no puede aceptar que la incompetencia de algunos de nuestros políticos genere muertes y todavía les demos nuestro apoyo e incluso justifiquemos sus excusas irracionales y falaces.
El ser humano democrático no puede aceptar que la indignidad, las falacias, los bulos sean las únicas formas para llegar a conseguir el poder en una democracia plena.
El ser humano democrático no puede aceptar que cada día mueran personas en el Mediterráneo intentando llegar a un lugar donde empezar a vivir y ser libres y no hacer nada y que, a las que llegan con vida, se les trate como “ganado"
El ser humano democrático no puede aceptar ni apoyar, sin miramientos, a partidos que su único programa es la creación de odios, crispación, desigualdad y recortes de los servicios públicos.
El ser humano democrático no debe aceptar que cada vez hablemos menos, dialoguemos menos, consensuemos menos y nos dediquemos más a pasar horas y horas frente a unas pantallas que lanzan falacias, bulos e irracionalidades.
El ser humano democrático no puede permitir, ni aceptar, que existan en nuestro país lugares donde se rinde homenaje a genocidas y no hagamos nada por luchar para buscar la verdad, la reparación y la justicia de aquellos que fueron asesinados por esos genocidas.
El ser humano democrático, no puede aceptar, como algunas instituciones están al servicio de los más poderosos y sus propuestas argumentales solo van a mantenerse en un estatus social que les sirva para vivir mejor y con ello poder denigrar y humillar a aquella parte de la ciudadanía, que por desgracia se encuentra en peor situación económica y social.
El ser humano democrático no debe aceptar que después de 50 años del final de la dictadura genocida, el régimen franquista continué existiendo en algunos partidos con una gran rotundidad y en otros con alguna ambigüedad y con ello impedimos hacer justicia con las víctimas de este periodo dictatorial genocida e incluso existan todavía en las calles de nuestros pueblos y ciudades más de 6000 monumentos que ensalzan este periodo.
El ser humano democrático no puede aceptar que se “dispare” a la cultura, censurando obras y libros y con ello provocar el “suicidio” colectivo cultural, intelectual y de racionalidad.
El ser humano democrático no puede aceptar que en pleno siglo XXI todavía exista la violencia de género, que todavía existan partidos, que se consideran democráticos, que no crean en ella o la quieran cambiar por violencia intrafamiliar, para así continuar con el poder patriarcal y de supremacía de un género sobre otro y, por tanto, el ser humano democrático debe considerar inaceptable que desde 2023 ya sean más de 1700 mujeres las que han muerto por la violencia patriarcal y no luchemos y obliguemos a que esta sangría acabe de una vez para siempre
En resumen, el ser humano democrático no puede aceptar lo inaceptable y anti democrático si lo que quiere es ser libre y conseguir de manera plena todos los valores democráticos.