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Jaime Polo | @lovacaine
“Agárrame fuerte”, dirigida por Leticia Jorge y Ana Guevara, es una joya cinematográfica que invita al espectador a un viaje íntimo por la memoria y el duelo. Con una narrativa visualmente hipnótica y una carga emocional profunda, esta película nominada al Goya 2025 a Mejor Película Iberoamericana se ha ganado su lugar como una de las más impactantes del año.
Desde sus primeros minutos, la película sumerge al espectador en un universo donde los límites entre realidad y sueño se desdibujan. Adela, la protagonista, recorre un viaje que es tanto físico como emocional, lleno de simbolismo: ojos de piedra que guiñan, limones partidos que adornan los árboles y una arena que parece interminable. Cada elemento visual refuerza la idea de que los recuerdos y los sueños son una extensión de nuestra realidad.
Leticia Jorge y Ana Guevara explicaron en nuestra entrevista que “queríamos que estos elementos oníricos reflejaran la necesidad de Adela de procesar su pérdida”. Esta elección no sólo dota de profundidad a la trama, sino que también conecta emocionalmente con el espectador.
La amistad que trasciende la muerte
En el corazón de “Agárrame fuerte” está la relación entre Adela y Elena, un vínculo que sobrevive incluso a la muerte. Las actuaciones de las protagonistas son tan naturales que cada mirada y gesto transmiten la fuerza de su conexión; una conexión fuertemente inspirada en sus propias amistades y en su propia pérdida.
El acto de despedirse es central en la narrativa. Adela tiene la oportunidad de despedirse de Elena, un momento que no solo la libera a ella, sino que también ofrece una catarsis al espectador. Las directoras subrayan que “en la vida real, estas despedidas tardías pueden ser simbólicas, pero tienen un enorme poder sanador”. Es un recordatorio de que nunca es demasiado tarde para cerrar un ciclo.
La música de Luciano Supervielle es el alma del film. Con una mezcla de melancolía y esperanza, cada composición complementa las imágenes y refuerza las emociones. Jorge y Guevara describieron su colaboración con Supervielle como “una traducción de emociones al sonido”, y el resultado es simplemente magistral.
“Agárrame fuerte” no es solo una película, es una experiencia transformadora. Con su mezcla de elementos visuales y narrativos profundamente poéticos, nos enfrenta a nuestras propias emociones sobre la pérdida, la amistad y las despedidas. La nominación al Goya 2025 es un justo reconocimiento a esta obra maestra que deja huella.
Es una historia que permanecerá en la memoria de quienes la vean, al igual que los recuerdos de aquellos que hemos amado y perdido.
