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sábado. 24.05.2025
CÓMIC

'Lo malo de ser bueno': un cómic que desafía la moral y el género

No es un cómic de fácil lectura, ni pretende enamorar al lector, pero sí plantea reflexiones de gran calado.

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Vicente I. Sánchez | @Snchez1Godotx

Lo malo de ser bueno es uno de esos cómics que requieren un lector activo, alguien dispuesto a hacer los deberes antes de empezar a leer. Y es que, si bien la obra de la artista alemana Noëlle Kröger tiene la capacidad de sorprender por sí misma, es cierto que su comprensión se enriquece si se conoce, o al menos se tiene una referencia, de la obra de Bertolt Brecht y la filosofía de Judith Butler.

La influencia de Brecht es clave, ya que este cómic se inspira fuertemente en su obra de teatro El alma buena de Sezuán (1943), un texto complejo, catalogado dentro del teatro épico o dialéctico, que plantea una lectura política basada en la idea de que la bondad es prácticamente inviable en un mundo regido por el dinero. Por otro lado, encontramos la influencia de Judith Butler, una de las pensadoras más influyentes en las teorías “queer” y el feminismo contemporáneo, cuya obra ha sido fundamental para cuestionar las ideologías de género.

La apuesta de Dibbuks por este tipo de trabajos es digna de aplauso, ya que demuestra cómo el cómic es un medio de expresión poderoso, tanto ideológico como moral

Fruto de esta combinación surge Lo malo de ser bueno, un cómic inclasificable publicado por la editorial Dibbuks, que nos invita a reflexionar sobre la verdad y la mentira en el mundo. La historia, tan breve como intensa, nos presenta a Sebastián, un zorro con apariencia humana que enfrenta un juicio tras la misteriosa desaparición de su prima Teresa, la dueña de un estanco. A partir de ese punto, se desarrolla un drama judicial en el que los límites entre lo masculino y lo femenino se diluyen, mientras jueces y público —representados como topos antropomórficos— buscan esclarecer la desaparición de Teresa.

Nos encontramos ante una obra llena de matices y capas, cuya comprensión exige varias lecturas. En esencia, cuestiona la bondad en un mundo donde, paradójicamente, son las buenas intenciones las que terminan corrompiendo la sociedad. Es una metáfora que recuerda a la idea de que, si ofreces la mano, pueden terminar cortándotela.

La historia, tan breve como intensa, nos presenta a Sebastián, un zorro con apariencia humana que enfrenta un juicio tras la misteriosa desaparición de su prima Teresa, la dueña de un estanco

Además, según he leído en redes sociales, Noëlle Kröger (1997) es una artista de Hamburgo que se identifica como persona no binaria y utiliza los pronombres "él" y "ella". Este carácter inclasificable se refleja en la obra, tanto en su narrativa como en su estilo visual: un dibujo sencillo y expresivo, dominado por tonos marrones que dejan un poso melancólico en su lectura.

No es un cómic de fácil lectura, ni pretende enamorar al lector, pero sí plantea reflexiones de gran calado. La apuesta de Dibbuks por este tipo de trabajos es digna de aplauso, ya que demuestra cómo el cómic es un medio de expresión poderoso, tanto ideológico como moral. ¿Se atreven a adentrarse en sus páginas?

'Lo malo de ser bueno': un cómic que desafía la moral y el género