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viernes. 23.05.2025
CINE

'Tierras perdidas': ¡Bruja, más que bruja!

Un diseño de producción que cansa la vista, vestuario de mal gusto, secuencias de acción que provocan bostezos… incluso el carisma de Dave Bautista se ve eclipsado por su falta de química con Jovovich.

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Fran Nieto

Es un hecho conocido por todos sus seguidores que Paul W.S. Anderson ha estado haciendo la misma película desde 2002, con ligeras variaciones en su estructura. Además de contar con su pareja Milla Jovovich como protagonista, siempre con la misma expresión de modelo de la pasarela de Milán, el cineasta parece ligado al recurso de Matrix de explorar la acción a cámara lenta, entre otras peculiaridades cinematográficas. Estas premisas se cumplen al cien por cien en la longeva franquicia Resident Evil y en otras producciones aparentemente aisladas como son Los tres mosqueteros en tres dimensiones (2011), Pompeya (2014) y Monster Hunter (2020).

Incluso aunque no te guste el estilo de este tipo de propuestas, al menos sabes lo que te vas a encontrar, y uno de entrada se imagina que En las Tierras Perdidas (2025) será como un Resident Evil 9 gourmet, con Jovovich usando lanzacohetes, cuchillas torcidas y la habilidad de patear el trasero de varios monstruos. Pero resulta que llegas a los créditos finales y resulta que aquí no va por ahí la cosa. Y no es que estemos haciendo precismente un cumplido a la película.

Con un aspecto artificial y muy poco interesante, con pantalla verde y croma en cada fotograma, hay muy poco que salvar en el cómputo global del conjunto

En esta nueva aventura, el guión del propio Anderson y Constantin Werner está basado en una historia de George R.R. Martin, nombre que como casi todo el mundo sabe es el responsable del universo de Juego de Tronos. Tener la referencia no significa que verás algo extraordinariamente épico en la pantalla, pero el director pensó en la película de esa manera. Trabajó con fotografía en chroma para satisfacer a los fans de 300 (2006) y Sucker Punch (2011), que ya saben que la película podría haber sido filmada íntegramente en un estudio y el resultado final, por mucho que nos pese, es el de que los personajes parecen un poco despistados, mirando la pantalla, ya sea en un tren saltando de un valle o en escenarios con nombres de lugares como los de un mapa del tesoro, al que solo le falta la X.

La génesis de En las Tierras Perdidas se desarrolló en 2015, cuando Constantin Werner adquirió los derechos para adaptar tres relatos cortos de George R.R. Martin: “The Lonely Songs of Laren Dorr”, “En las Tierras Perdidas” y “Bitterblooms”, con Milla Jovovich ya en el papel de la bruja Gray Alys, mientras que Justin Chatwin actuaría como Boyce. Afortunadamente, los dioses del cine evitaron que este desastre se hiciera realidad y el proyecto quedó archivado hasta 2021, con la participación de Paul W. S. Anderson. Su estreno estaba previsto para el año siguiente, a más tardar, y el cineasta describió la próxima película como un "western postapocalíptico"; en realidad, era solo una versión moderna de Mad Max generada por computadora, con todas sus exageraciones artificiales.

Si eres amante del cine trash y de las versiones de fantasía radical e inmersiva en escenarios postapocalípticos igual puedes encontrar algún resquicio digno de destacar

Así, Bautista y Jovovich parten hacia lo desconocido como una pareja improbable, perseguidos por los secuaces clericales, para experimentar… ¿qué? ¿Aventura?. No vamos a encontrar mucha, aunque sólo se habla en susurros de las Tierras Perdidas, como un lugar sin retorno. Incluso un grupo de niños podría viajar a través de ese páramo común y corriente, editado fotográficamente. El libreto firmado por Constantin Werner presenta diálogos dignos de una serie, con giros y vueltas bastante predecibles y, sobre todo, un tercio final confuso que podría haber recibido un poco más atención. Observas con cierta impotencia cómo Milla Jovovich, en su papel de bruja, intenta que se cumplan todos sus deseos. Hay una enorme falta de coherencia, pero el aspecto artificial es mucho más importante para Anderson. 

Con un aspecto artificial y muy poco interesante, con pantalla verde y croma en cada fotograma, hay muy poco que salvar en el cómputo global del conjunto. Un diseño de producción que cansa la vista, vestuario de mal gusto, secuencias de acción que provocan bostezos… incluso el carisma de Dave Bautista se ve eclipsado por su falta de química con Jovovich. De todas formas si eres amante del cine trash y de las versiones de fantasía radical e inmersiva en escenarios postapocalípticos igual puedes encontrar algún resquicio digno de destacar, pero lo cierto es que está un poco complicado entre tanta monotonía visual y narrativa.

'Tierras perdidas': ¡Bruja, más que bruja!