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Torres-Remírez | @jostorresremrez

España no ha sido un país cerrado y que odió a todos aquellos que olieran a extranjero. Esa falsedad es parte de la famosa “leyenda negra” que tanto ha lastrado el conocimiento de nuestra propia historia. Sin embargo, aún hay buenos divulgadores que intentan acercarnos a la realidad de una manera clara y amena (y sin caer en la leyenda rosa). Es el caso de Jorge Martín Quintana y su nuevo libro “Hungría en Madrid”.
Cuando la gente piensa en países que han tenido influencia sobre España siempre vienen a la mente nuestros vecinos: Portugal, Francia, Italia o Inglaterra. Y es verdad, han influido muchísimo, pero otros países también lo han hecho. Pensemos en Grecia o en Rusia. Seguro que se puede llenar un libro sobre la influencia de esos países en nuestra cultura, pero ¿Y Hungría? Nadie piensa en el impacto tan grande que ha tenido este país (sus monarcas, sus escritores, sus pintores y su gente) en España. En especial, en Madrid. Hungría está en las calles de Madrid y en sus museos, en definitiva, en su historia.
El gran acierto del autor a la hora de enfrentarse ante este reto ha sido el poder de capturar la preferencia actual de la anécdota
La embajada de Hungría ha conseguido llevar a buen puerto el proyecto divulgativo en el que se ha embarcado J. Martín Quintana, que no ha sido otro que señalar todos los rincones madrileños donde encontramos a Hungría.
¿Y qué importa la historia de Hungría? Esa es la pregunta que mucha gente se puede hacer al ver este libro, pero no se dan cuenta de que no se está hablando de la historia de Hungría, sino de la propia historia de España, de sus cortes y de sus nobles y, en especial, de Madrid. Una historia que desconocemos por completo. Por lo que esto no es un libro sobre Hungría, es un libro sobre Madrid.
El gran acierto del autor a la hora de enfrentarse ante este reto ha sido el poder de capturar la preferencia actual de la anécdota. Tanto de adultos como de la nueva generación “Tiktok”. Los amantes de la historia intentan aprender mucho, por eso en la actualidad hay cada día más programas de radio o podcast sobre historia, pero los que triunfan son los que acercan la historia como una anécdota. Dando a conocer retazos de la historia más desconocidos, pero en cápsulas cortas. El autor traduce esta tendencia mostrando “hitos” de Hungría en la capital del reino. Lo cual también facilita la lectura, pues no es un ensayo que se deba leer desde la primera página hasta la última sin interrupción. Aquí el lector es totalmente libre. Escogerá el hito que se le antoje en cada momento y, una vez acabado, volverá al libro cuando le apetezca, sin ningún compromiso.
En el libro existe una sección muy amplia sobre la historia numismática de Hungría
A su vez, este libro es un fondo de armario, una de esas piezas que queda bien en toda estantería de un buen bibliógrafo. No sólo por la edición, sino por la mera curiosidad que genera el libro en sí mismo ¿“Hungría en Madrid”? No habrá invitado a una casa que no se fije en el libro y no le entren ganas de hojearlo.
La única pega que se le puede realizar a este libro, si es que es una pega, es que no pone dónde vivió el mítico jugador húngaro, Ferenc Puskás. Puede parecer algo baladí, pero hay que someterse a las mayorías, y gran parte de los españoles, al único húngaro que conocen es al delantero del Real Madrid.
Un añadido, en el libro existe una sección muy amplia sobre la historia numismática de Hungría. Quizás uno de los escritos más completos e informados que se pueden leer sobre historia numismática en el actual panorama editorial. Por lo que, para todos los amantes de la numismática, merece la pena hacerse con un ejemplar de este libro sólo y exclusivamente por esta sección.
Tras una lectura del libro y después conocer más la historia, tanto de Madrid como de Hungría me pregunto ¿Y ahora qué? Espero que esta colaboración no se quede sólo en Madrid, sino que Jorge Martín Quintana siga indagando y publicando la influencia de Hungría en distintas regiones de España como puede ser Aragón con Violante de Hungría, Navarra con Clemencia de Hungría o Ladislao Vajda y el cine español.