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sábado. 24.05.2025
TRIBUNA

Por la defensa activa de la paz y la democracia en Europa y en el mundo

A cuenta del Manifiesto contra el rearme y la guerra en Europa.
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Hace unos pocos días recibí de un amigo la propuesta de firmar el documento suscrito ya por varios miles de personas y por 800 organizaciones titulado “Manifiesto contra el rearme y la guerra en Europa”. Con todos y todas veces me he identificado muchas veces, y espero poder seguir haciéndolo. Sin embargo, no coincido ahora, en un tema importante.

Mi respuesta fue: “Lo siento amigo …, pero no estoy de acuerdo. Me parece un grave error identificar la actual situación, de Europa frente a Putin y también a Trump, con la invasión de Irak por Bush y Cía. (Aznar incluido). Quizás deberíamos reflexionar también sobre si queremos hacer de Chamberlain o de Churchill”.

Mi respuesta provocó bastantes comentarios, con coincidencias que saludo y con discrepancias que respeto, significativas todas de los problemas de este momento, de la complejidad de la situación, y, lo que quizás es más preocupante, como expresión de la dificultad para construir un proyecto político organizado con voluntad y capacidad de articular una fuerza política de progreso con efectiva incidencia social, como manifestación de la falta de liderazgo.

Las coincidencias proceden mayoritariamente del espacio que podría señalarse como socialdemócrata y “laborista” en sus diversas traducciones en las actuales estructuras políticas, pero también, de tradiciones psuqueras y del sindicalismo mayoritario, así como de la izquierda de la izquierda sindical y política.

Las discrepancias, todas también desde el espacio de la cultura progresista, señalaban sus desacuerdos con mis dos esquemáticas referencias comparando la actual problemática con la invasión de Irak por el trío de las Azores y con la claudicación inicial de la Europa democrática ante Hitler antes del estallido de la segunda guerra mundial. No me parece de interés insistir en este aspecto del debate porque la referencia al masivo rechazo de la guerra imperialista, por las supuestas “armas de destrucción masiva” en Irak, está en el documento antes señalado, y las diferencias de Trump-Putin con Hitler creo que son tan evidentes como sus similitudes.

De mayor interés me parece, más allá de la esquemática opción del SÍ o el NO a dicho documento, avanzar en la necesaria reflexión de cómo incidir en el actual escenario mundial y ante las nuevas realidades que ponen de manifiesto lo que entiendo como tres referencias del momento: Trump y Putin y sus actuales versiones del imperialismo (militar y también económico, confrontado o coaligado según en qué momento), la invasión rusa de Ucrania y el genocidio israelí sobre Palestina.

La responsabilidad de las fuerzas sociales y políticas de progreso es ir más allá de la reflexión para proponer líneas de avance, de acción colectiva

Frente a esa realidad, la responsabilidad de las fuerzas sociales y políticas de progreso es ir más allá de la reflexión para proponer líneas de avance, de acción colectiva. Y es en este sentido que me parece necesario avanzar en lo que de forma resumida podría definirse como MÁS Y MEJOR EUROPA.

Frente al evidente imperialismo ruso que encabeza Putin, no sé si más o menos peligroso tras el fracaso de su pretendida guerra relámpago que dura ya más de 3 años, creo que Europa debe plantearse su defensa. Más y mejor defensa no sólo de los países considerados “limítrofes”, cuando las distancias efectivas son hoy mucho más reducidas que en 1914 y 1940, sino de lo que es Europa como unidad imperfecta que progresa a trompicones. No tiene sentido fortalecer la capacidad defensiva de cada Estado si no se avanza hacia instrumentos cohesionados de ámbito europeo en todos los aspectos, hacia un ejército europeo, con una política de defensa común, integrada. Y en este sentido quizás recuperar el “no a la OTAN”, a partir de que el propio Trump puede acabar contribuyendo a su desaparición práctica (su locura arancelaria es una buena contribución a ello). En todo caso una mayor y mejor defensa europea autónoma del devenir de la OTAN.

Más y mejor defensa europea supone concretarlo en y desde cada país con una evidente aportación, es decir presupuesto, presupuesto propio para traducirlo en los proyectos propios a tal efecto o en los proyectos europeos al respecto.

Avanzar hacia esa MÁS EUROPA supone además entenderla también en todos los órdenes, económico y político-istrativo también. Por si no se entendiera, de nuevo Trump-Musk nos ayudan con sus chantajes arancelarios. Y ahí es donde integrar el necesario combate por una MEJOR EUROPA, por una Europa más democrática en sus formas y contenidos, asumiendo que ello no es posible sin un combate por la paz y la democracia en el mundo global, en este mundo cada más interrelacionado, más pequeño de hecho.

Y para terminar con estas notas provocadas por el documento de un colectivo que forma parte del espacio social y político en el que me considero integrado, quiero manifestar otra vez mi decepción, más allá de esporádicas declaraciones y artículos, por la falta de iniciativa coherente y continuada de las organizaciones sociales y políticas del espacio progresista, por la falta de liderazgo y la debilitadora división en el espacio político “a la izquierda” del PSOE, por la incapacidad para construir un "partido de lucha y de gobierno" que lo organice. 

Por la defensa activa de la paz y la democracia en Europa y en el mundo