<img height="1" width="1" style="display:none" src="https://www.facebook.com/tr?id=621166132074194&amp;ev=PageView&amp;noscript=1">
sábado. 24.05.2025
GEOPOLÍTICA

La confusión que viene de Washington

La confusión que viene de Washington se extiende por el mundo, y cada cual busca su acomodo según su potencial.
trump_arabia_saudi
Trump en su viaje a Arabia Saudí.

Necesitamos tu ayuda para seguir informando
Colabora con Nuevatribuna

 

El mundo anda de cabeza. El Orden Liberal Internacional presumía de reglas claras, consultas establecidas y decisiones más o menos compartidas. Ya no están vigentes ninguno de estos pilares. Se vive con la sensación de desorden. Casi de caos.

Los académicos lo refieren en sus diagnósticos, con orientaciones diferentes; a modo de ejemplo, se pueden mencionar los trabajos de Michael Beckley y de la exministra española Arancha González Laya (1). Los comentaristas liberales, como la editorialista y exdirectora de LE MONDE, Sylvie Kauffmann, lo reflejan en sus análisis (2). Los dirigentes lo iten en privado y lo deslizan o insinúan en sus declaraciones. Se actúa preventivamente. Se adoptan medidas condicionadas a un entorno variable. Lo válido hoy puede resultar obsoleto mañana.

Trump ha desbaratado gran parte de la manera de trabajar en el sistema de alianzas tejido por Washington desde hace 80 años

El responsable de todo esto es la nueva istración norteamericana. No hay indicio alguno de un cambio de estilo. Trump no ite errores, en el supuesto caso de que entienda que los haya cometido, que tampoco está claro. Se conduce por el principio del que fuera su primer asesor, el abogado Roy Cohn, un picapleitos camorrista que encajaba como anillo al dedo en el estilo caprichoso y ambicioso sin normas de un entonces aprendiz de empresario.

Trump ha desbaratado gran parte de la manera de trabajar en el sistema de alianzas tejido por Washington desde hace 80 años, con revisiones sucesivas, naturalmente. La OTAN es, hoy, un ente fracturado: con Estados Unidos de un lado (apoyado por algún demagogo nacionalista) y Europa junto a Canadá, del otro.

En Asia, el pulso con China, lejos de tranquilizar a países claves como Japón, Corea del Sur, Filipinas, Singapur o incluso Vietnam, les inquieta sobremanera. El manejo del último sobresalto bélico entre India y Pakistán pone a las claras este comportamiento norteamericano. El primer mensaje que envió Trump fue una mezcla de resignación e indiferencia. Cuando se confirmó la escalada, hubo una reacción, que asumieron el Secretario Rubio y el Vicepresidente Vance. Pero para cuando ésta se produjo, Delhi e Islamabad ya habían comprendido que se estaba a punto de franquear la línea roja (3).

En América Latina, el gusto de Trump por el modelo autoritario puede seducir en Centroamérica. Pero no genera confianza más al Sur, salvo tal vez en Ecuador. Ni siquiera en la Argentina abrazada a la demagogia de Milei. Nadie quiere prescindir de sus relaciones con China: en apenas una década, se ha duplicado el valor de los intercambios entre Pekín y América Latina (4).

NAVEGACIÓN A VISTA EN ORIENTE MEDIO

En Oriente Medio, la arbitrariedad campa a sus anchas. La mal llamada guerra de Gaza (se trata de una ocupación militar orientada a una anexión territorial ilegal y brutal) depende ya exclusivamente de Israel, sin freno ni intento de supervisión por parte de Washington. Hasta hace unos días, parecía haber un consentimiento tácito sin matices. Pero se escuchan voces de preocupación: el establishment, siempre favorable a Israel, no aprueba que no haya rendición de cuentas ni aparentes consultas de Netanyahu.

Otros creen que a Trump, más que contener los desmanes del actual gobierno extremista israelí, le interesa consolidar las oportunidades de negocio en la región. Su plan de convertir a Gaza en un resort turístico ya había ofrecido alguna pista al respecto. En su gira por la región, deja a Israel fuera del itinerario. Para algunos, quizás un síntoma de ciertas desavenencias con Netanyahu, al comportarse éste de manera demasiado autónoma. Pero hay otra posible interpretación: el primer ministro israelí ha recibido un cheque en blanco. Ninguna diferencia que limar (5).

El gran interés del Presidente retornado está puesto en las petromonarquías del Golfo

El gran interés del Presidente retornado está puesto en las petromonarquías del Golfo. No es una consideración geoestratégica lo que le mueve principalmente, sino las perspectivas económicas. Para Estados Unidos y para su familia(6). La combinación de intereses públicos y privados ya fue habitual en su primer mandato. Nada indica que vaya a ser distinto ahora; por el contrario, cada vez hace menos esfuerzos en ocultarlo (7). La sombra de la corrupción se extiende (8). El regalo qatarí de un avión presidencial es sólo un ejemplo de cómo se impone un especial exhibicionismo presidencial. Trump siente que puede hacer lo que quiera y siente un especial placer en demostrarlo.

Acuerdos económicos superiores al medio billón de dólares, suculentos contratos de armamento (las armas, siempre en el centro de los negocios, mientras se dice no querer las guerras) y condiciones ventajosas para empresas norteamericanas en los países del Golfo alimentan la maquinaria obscena de la propaganda trumpista. Una diplomacia sólo enfocada en el dinero, una recreación de la Gold Age (Era Dorada). Las monarquías feudales recubiertas de una pátina de modernidad no le van a reprochar autoritarismo o falta de respeto por las reglas liberales.

No obstante, hay dos asuntos que se han quedado en los márgenes de la gira: el nudo gordiano de las relaciones bilaterales entre Israel y Arabia Saudí y el dilema de la nuclearización de Irán.

El primero es un objetivo perseguido por las istraciones norteamericanas desde hace décadas  y el preferido de Trump. No está nada fácil la cosa. Mas por imagen que por convicción, los saudíes no quieren arriesgarse al proclamar el fin de una enemistad formal mientras prosiga el exterminio de Gaza y las persecución inclemente de los palestinos en Cisjordania. Los planes de Trump de canalizar petrodólares para reconstruir Gaza y blanquear la ocupación en el orilla occidental del Jordán es inviable, sin una fórmula siquiera aparente de atender los derechos de los palestinos.

En cuanto a lo que hacer con Irán, Trump parece compartir la postura pactista del Golfo y habría esquivado la petición israelí de anuencia y complicidad. China logró establecer ese canal de diálogo entre adversarios y Trump ni quiere ni puede romperlo.

EL ENREDO UCRANIANO

Otra derivación de la gira por Oriente Medio ha sido, estos días, la incógnita de la presencia de Trump en Estambul, en espera de confirmación de un encuentro entre los Presidentes de Rusia y Ucrania. Esa foto a Trump le produciría una enorme excitación, siempre y cuando se pudiera coronar con una leyenda que anunciara la paz o al menos una tregua prolongada que permitiera el inicio de unas auténticas negociaciones (9).

Putin ha celebrado el octogésimo aniversario de la victoria sobre la Alemania nazi como había previsto: arropado por China y por otros países del grupo BRICS

El panorama es incierto. Los esfuerzos norteamericanos por forjar una salida inclinada hacia los intereses rusos ha sido contestados por Europa, o por una parte de Europa, esa especie de Directorio regional integrado por Francia, Gran Bretaña (las dos potencias nucleares, es decir, intimidatorias), Alemania (el poder económico, aunque ahora disminuido) y Polonia (el vecino más próximo). El apoyo de este grupo a Ucrania sigue siendo insuficiente para forzar la mano del Presidente ruso, que se sabe con ventaja en la partida. El ultimátum de los Cuatro ha sido despreciado por el Kremlin sin contemplaciones (10). Prueba de esta impotencia europea es la conversación telefónica, un tanto humillante, de los cuatro líderes europeos y el ucraniano Zelensky. Para nada, que se sepa (11).

Putin ha celebrado el octogésimo aniversario de la victoria sobre la Alemania nazi como había previsto: arropado por China y por otros países del grupo BRICS. La pretensión occidental (ahora, europea) del aislamiento ruso no es ya una quimera: es manifiestamente imposible, con el cambio de política en Washington. Con la fractura atlántica, la guerra de Ucrania esta abocada a un compromiso. Y aunque la tesis de una entente entre Washington y Moscú es exagerada (si no falsa), es evidente que Kiev será obligada a transigir. Ya lo está haciendo a cuentagotas, con un lenguaje sibilino, sin isiones que suenen humillantes.

Así las cosas, la confusión que viene de Washington se extiende por el mundo, y cada cual busca su acomodo según su potencial. Los chinos acaban de dar una lección de cómo forzar a Trump a rectificar su política de hechos consumados. Las réplicas chinas a los aranceles norteamericanos hicieron tambalearse al sistema capitalista liberal. Se imponía un armisticio siquiera provisional. Pekín, interesado también en un arreglo, no ha tenido muchas dificultades en hacérselo entender al equipo económico de la istración (12). Trump ha vendido como un éxito lo que es una rectificación. Puro guion trumpista.


NOTAS

(1) “The Age of American Unilateralism. How a Rogue Superpower Will Remake the Global Order. MICHAEL BECKLEY. FOREIGN AFFAIRS, 16 abril; “The Resurgence of Europe. How the Continent Can Survive American Antagonism and Come Out Stronger”. ARANCHA GONZÁLEZ LAYA. FOREIGN AFFAIRS, 12 de mayo.
(2) “Quatre-vingts ans après la fin de la seconde guerre mondiale, deux Europe se font face, au centre d’un chaos dominé par d’autres”. SYLVIE KAUFFMANN, 7 de mayo.
(3) “From missiles to ceasefire: how India and Pakistan pulled back from the brink”. HANNAH ELLIS-PETERSEN & SHAH MEER BALOCH. THE GUARDIAN, 12de mayo.
(4) “Xi Jinping tries to press China’s advantage in South America”. THE ECONOMIST, 8 mayo; “China Courts Lula and Latin America After Trump’s Tariff Shock”. CHRIS BUCKLEY. THE NEW YORK TIMES, 12 de mayo.
(5) “What Does Trump Want in the Middle East? America’s Allies in the Region Wish They Knew”. MARC LYNCH (Universidad de Washington). FOREIGN AFFAIRS, 12 de mayo.
(6) “Trump Heads to the Middle East Focused on Business Deals, Not Diplomacy”.  THE NEW YORK TIMES, 12 de mayo; “President Trump’s High-Stakes Gulf Trip Requires More Than Good Business”. ELISABETH DENT & SIMON HENDERSON. THE WASHINGTON INSTITUTE, 8 de mayo.
(7)“Trump’s Middle East trip marked by potential private business conflicts”. THE WASHINGTON POST, 12 de mayo. “Les bonnes affaires de la famille Trump dans le golfe Arabo-Persique : tours de luxe, Boeing 747 offert par le Qatar…”. ARNAUD LEPARMENTIER. LE MONDE, 12 de mayo.
(8) “Trump’s Plan to Take Jet From Qatar Heightens Corruption Concerns”. CHARLIE SAVAGE. THE NEW YORK TIMES, 12 de mayo.
(9) “Why Peace Talks Fail in Ukraine”. SAMUEL CHARAP AND SERGEY RADCHENKO. FOREIGN AFFAIRS, 8 de mayo.
(10) “Setback for Europe after Trump insists Ukraine has ‘immediate’ peace talks with Russia”. PATRICK WINTOUR. THE GUARDIAN, 12 de mayo.
(11) “Uncertainty and tension ahead of possible Ukraine peace talks”. THE ECONOMIST, 11 de mayo.
(12) “Tariff Truce With China Demonstrates the Limits of Trump’s Aggression”. ANA SWANSON Y ALAN RAPPEPORT. THE NEW YORK TIMES, 12 de mayo.

La confusión que viene de Washington